¿Por qué utilizar motores a prueba de explosión?
El uso de motores a prueba de explosiones es esencial para la seguridad de su personal y equipo cuando se trabaja en un lugar peligroso. Los motores a prueba de explosiones están diseñados para usarse en entornos peligrosos donde hay gases, polvo o fibras inflamables. Los motores eléctricos generan calor en condiciones normales de funcionamiento y tienen el potencial de generar una chispa si falla una bobina del motor. Las temperaturas excesivas en la carcasa del motor o una chispa que no esté contenida adecuadamente pueden provocar una explosión o iniciar un incendio en entornos donde hay materiales peligrosos específicos.
¿En qué entornos son útiles los motores a prueba de explosiones?
Los motores en un entorno de Clase I (designación UL), donde hay gases, vapores o líquidos inflamables, están diseñados para evitar que una chispa o llama interna escape del motor al entorno peligroso. También están diseñados para que la temperatura de la carcasa del motor no supere las temperaturas seguras para entornos donde hay gases, vapores o líquidos.
Los motores en un entorno de Clase II o Clase III (designación UL), donde hay ciertos polvos o fibras, están diseñados para que la temperatura de la carcasa del motor no supere las temperaturas seguras para entornos con polvos y fibras combustibles. Si bien el simple hecho de operar el motor a una corriente nominal más baja reduce el calor que produce, otros métodos a prueba de fallas para limitar una condición de temperatura excesiva en la carcasa del motor incluyen termostatos que desconectan la energía del motor antes de que alcance temperaturas críticas.
Se utilizan técnicas adicionales para otros dispositivos que funcionan en estos entornos, algunas de las cuales también se pueden usar en motores, que incluyen purga o presurización, gabinetes a prueba de explosiones adicionales, encapsulamiento o incluso diseños llenos de líquido. Independientemente de la técnica utilizada, el objetivo es evitar que el motor encienda una fuente inflamable en condiciones normales de funcionamiento o en caso de falla del motor.